miércoles, 2 de abril de 2014

Selección del equipo técnico por competencias

La empresa se servicios deportivos que estoy asesorando actualmente se encuentra en pleno proceso de selección de los profesionales que se harán cargo de los servicios de la temporada estival. Pese a ser una campaña que a lo sumo dura 4 meses, posee una especial importancia ya que del éxito que la empresa tenga en estos 4 meses, depende en buena parte que ésta salga bien en la foto a final de año.

Siendo conscientes de ello, mis cliente me preguntaba cuáles deben ser las principales cuestiones a tener en cuenta para la realización de un buen proceso de selección, a lo que me vino inmediatamente a la mente una reflexión que Jorge Yélamos (Director We Fitness Club y Socio Fundador de Innovación Deportiva S.L.) ponía de manifiesto en un curso de formación en gestión deportiva, de los muchos y buenos cursos que se imparten en el IAD (Instituto Andaluz del Deporte) anualmente: 

Es frecuente escuchar entre responsables de empresas deportivas afirmaciones tan socorridas como “en mi organización el activo más importante son las personas” o “el valor más importante de mi club son las personas que forman mi equipo…”, pero... ¿realmente somos consecuentes con estas afirmaciones? La realidad nos demuestra  que no, ya que los procedimientos de selección, bienvenida, etc. de los nuevos integrantes a nuestros equipos  ocupan un espacio residual en nuestra agenda diaria. 
 
Coincidiremos en que en todas las empresas el factor humano es fundamental, pero también coincidiremos en que lo es todavía más en las empresas de servicios, porque en definitiva, quienes tienen el trato más directo, continuo y real con nuestros clientes son los técnicos y, por tanto, el objetivo principal de estos equipos deberá ser el de mimar al tesoro más preciado… nuestros clientes. 
 
Y si es este es el objetivo principal de nuestra organización, ¿cómo es posible que dediquemos tan poco tiempo a seleccionar a las personas que estarán prestando una atención directa a nuestros clientes? 

Además, en la mayoría de ocasiones, seleccionamos a las personas por su formación o experiencia en el sector o la trayectoria demostrada en puestos similares al que ocupará en nuestra empresa, pero… ¿realmente esa persona tiene claro cuáles serán las funciones que deberá desarrollar en nuestra organización? 
 
Si el principal objetivo de mis equipos de trabajo es lograr el más alto nivel de satisfacción de los clientes, ¿por qué seguimos valorando de manera tan desproporcionada los conocimientos técnicos (aptitudes) con respecto a las actitudes? 
 
En la mayoría de las empresas de nuestro sector, el catálogo de competencias de de los puestos de trabajo no está bien definido; por tanto es complicado medir de una manera objetiva el desempeño de cada trabajador.

Para apoyar esta excelente reflexión, en la siguiente entrega expondremos una guía que esperamos pueda resultar útil a todos aquellos responsables de empresas que, no siendo especialistas en selección de personal, quieran tomar parte de la misma teniendo en cuenta los importantes aspectos que se han puesto de manifiesto en este artículo.


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